Auto-Mejoramiento (Parte 2)

Que tal mis tres lectores, en este inicio del 2012 ¿hicieron propósitos de año nuevo?

Más importante aún, ¿los están cumpliendo?

Una vez escuché unas estadísticas asombrosas sobre las metas anuales:
El 70% de los mexicanos hacemos propósitos de año nuevo, el 80% de ellos rompimos ese compromiso para el final de la primera semana.

No puedo señalar ningún estudio científico que explique por qué tantas personas fallan en este aspecto.

Sin embargo, si tuviera que adivinar, diría que tiene que ver con tener o no la habilidad de medir los propósitos.

Digamos que tu meta este año es: “leer más libros acerca de liderazgo y desarrollo profesional”.

¿Cuál propósito es más probable que mantengas: “Voy a leer más este año que el año pasado,” o “Voy a leer dos capítulos cada día”?

Cuando ponemos mediciones a una intención, ya no disparamos a ciegas a la meta en general.

Tenemos que definir un instrumento para medir nuestro progreso, lo que hace mucho más factible que podamos registrar y valorar realmente nuestros progresos en cumplir nuestros buenos propósitos.

Esto es un principio clave que debemos recordar en la medida que comenzamos a abordar nuestros proyectos de auto-mejoramiento de los cuales les hablé en ediciones pasadas de Contra Crónica.

Y de vuelta al viejo y conocido refrán… No podemos controlar lo que no podemos medir.

Si el crecimiento en alguna área es esencial para tu éxito, entonces debes encontrar la forma de medir tu mejoramiento en esa área. De otra manera, NO MEJORARÁS.

A continuación, seis aspectos sobre mejoramiento que te ayudarán a desarrollar – y a mantenerte comprometido – un modelo para tu propio crecimiento personal.

1. Establece expectativas reales para tu mejoramiento.
Ian MacGregor dijo, “Yo trabajo con el mismo principio que las personas que entrenan caballos, comienzo con cercas bajas, metas fáciles de alcanzar, y el trabajo constante”.

Es importante cuando se gerencia, nunca pedirle a las personas que intenten alcanzar metas que ellos no acepten.

”En otras palabras, establece expectativas reales para ti. Piensa acerca de lo que puedes realmente hacer en un día, porque lo que tú decidas hacer hoy, también necesitarás hacerlo mañana y el día siguiente.

2. El cambio continuo es esencial para el mejoramiento continuo.

Esta es una de las grandes paradojas del éxito: Las cosas que te han traído hasta aquí son a menudo las cosas que te mantendrán aquí. No hay otra salida. Si quieres mejorar, tienes que cambiar.

3. La motivación te ayuda a comenzar; los hábitos te mantienen en movimiento.

Tú solamente puedes estar animado a hacer ejercicio a las 5:00 am (o aprender hablar alemán, o enseñarte a ti mismo a diseñar una página en internet, o cualquier otra cosa) por un tiempo.

Después que la novedad pasa, la disciplina diaria que estableciste al principio del proceso te estimulará a continuar.

4. Nosotros sobre-estimamos lo que podemos hacer en un mes, y sub-estimamos lo que podemos hacer en un año.

Como sociedad, estamos encantados con lo grande y rápido. Pero como alguien que ha perdido peso y se ha mantenido diría, los resultados obtenidos a lo largo del tiempo son los que duran.

5. Enfócate. Fíjate en lo que el famoso psicólogo William James dijo acerca de esto: Si usted fuera rico, usted será rico; si usted fuera bueno, usted será bueno; si usted fuera escritor, usted será escritor.” Pero desee una cosa exclusivamente, y no desee al mismo tiempo otras cien cosas incompatibles e igual de fuertes.”

¿Su punto de vista? Tú no puedes alcanzarlo todo.

Tienes que decidir qué es más importante, y enfocarte en eso.

6. Pasa el 80% de tu tiempo trabajando en tus fortalezas.

Como a menudo digo, la gente no paga por el promedio o la media (mediocridad).

En lugar de estar tratando de mejorar tus habilidades débiles, invierte tu mayor energía desarrollando tus dones y capacidades.

Esto puede sonarte un poquito a consejo, pero piensa al respecto. Si, en la escala del uno al diez, tus capacidades en mercadeo se ubican en dos, el trabajo duro puede subirlas a cinco, pero eso aún es promedio o media.

Si quieres tener éxito, puedes descubrir cuales son tus fortalezas y crecer en estas áreas.

(Cuando hablo de fortalezas y debilidades, me refiero a habilidades).

Dos debilidades que deben ser tratadas son la falta de disciplina y una mala actitud.

Tú puedes tener todas las habilidades del mundo, pero si tu actitud es pobre o te falta disciplina, te estas literalmente saboteando.

Finalmente, en la medida que tu formula de estrategia de auto-mejoramiento comience a trabajar en esas áreas que necesitan refinamiento (o tal vez hasta un completo re-acondicionamiento), y te hagas esta pregunta: ¿Es lo que estoy haciendo hoy lo que me está acercando a mi meta de mañana?

Si es así, estás en el camino correcto.

Si no es así, no hay mejor momento como el presente para reagruparte y comenzar a moverte en la dirección correcta una vez más.

Hasta la próxima Contra-Crónica!!!


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