Se tú mismo...
Para este 2013 que inicia, al
contrario de otros años, no aspiro a lograr grandes cambios en mi vida, o a
emprender ambiciosos objetivos profesionales, dicen que de paso en paso se anda
lejos, así que comenzaré este año, solo con un paso encaminado a ser yo mismo,
nada más…
Ser uno mismo es el problema más viejo
de la historia. El no querer ser uno mismo es el causante oculto de tantas
neurosis, problemas nerviosos, conflictos y complejos.
Se ha comprobado que el ser humano usa
solo una pequeña parte de sus recursos físicos y mentales, posee facultades que
generalmente no utiliza.
Vivimos bombardeados por una constante
corriente de información, valores impuestos de nuestra sociedad.
El hombre como ser social se adapta a
los modelos sociales, se adapta para que lo acepten. Y vive guiones escritos
por otros.
Ahora en este año ya no me preocuparé a causa de no ser como otro, no hay, ni ha
habido nadie exactamente a igual a otra persona.
La genética nos dice que estamos
hechos de 48 cromosomas, 24 que aporto nuestro padre y 24 nuestra madre.
Pero además en cada cromosoma hay
miles de genes, de los que uno solo es capaz de cambiar la vida de un ser
humano.
Si yo tuviera 300 billones de
hermanos ninguno sería igual a mí, esto es un hecho comprobado, se puede ver en
un libro titulado: "Usted y la Herencia" de Amram Scheinfeld.
Alguna vez he pensado que para que
estemos en este momento aquí en la tierra se han dado miles de combinaciones a
través de la historia de la humanidad, cuantos seres humanos debieron unirse
para que hoy exista el milagro de nuestra vida.
Bob Hope, antes de ser el famoso actor
norteamericano, estuvo mucho tiempo haciendo espectáculos musicales sin tener
ningún éxito, hasta que comenzó a hacer lo que sabía hacer.
Uno tiene que tocar su propio
instrumento en la orquesta de la vida.
Dale Carnegie, del cual he tomado varias
reflexiones que aparecen en el presente artículo cuenta, que, él intento dos
veces ser lo que no era, en una ocasión quiso ser actor y pretendió copiar a
tres actores famosos y sacar lo mejor de cada quien; la otra fue cuando pasó más
de un año haciendo un libro sobre oratoria para gente de negocios que
contendría todo lo relacionado con el tema, sacado de otros autores.
Fue solo cuando comenzó a ser el
mismo, con sus defectos y virtudes que tuvo su gran éxito.
Cuantas veces queremos imitar las
vidas de otros, tenemos empleos que verdaderamente no deseamos, estudiamos
carreras que nos den mucho dinero, o lo que nuestros padres quieren.
Debemos aceptarnos como somos, empezar
a querernos y a perdonarnos, para tener la felicidad de hacer lo que queremos.
Busquemos nuestros talentos únicos,
aquello que hacemos mejor que nadie, lo que ejecutando disfrutamos y perdemos
la noción del tiempo, No imitemos y seamos nosotros mismos.
Inge, como siempre tienes mucho de razón y sentido en tus atinados comentarios escritos en este blog, así que seguiré tu ejemplo y me esforzaré a ser más yo mismo y menos tratar ser como el Patrón.
ResponderEliminarSaludos
Oscar Perea.