LIDERAZGO = INFLUENCIA

Mil disculpas a mis tres lectores por mi prolongada ausencia, como parte de mis propósitos para este año 2012 está el de no abandonarlos tanto y tomarme el tiempo suficiente para plasmar aquí mis experiencias y compartir con ustedes mis puntos de vista sobre temas organizacionales y más, ofrecidas las disculpas me permito continuar, abordando una vez más el tan trillado tema del Liderazgo.

Todos hablan de él, pocos lo entienden.

La mayoría de las personas lo quieren, pocos lo logran.

Existen más de cincuenta definiciones y descripciones de liderazgo tan solo en mis archivos personales.

¿En qué consiste ese intrigante asunto que llamamos «liderazgo»?

Tal vez porque la mayoría de nosotros quiere ser líder nos involucramos emocionalmente al tratar de definir el liderazgo.

O, tal vez porque conocemos a un líder tratamos de copiar su conducta y de describir el liderazgo como una personalidad.

Pida a diez personas que definan el liderazgo y recibirá diez respuestas diferentes.

Después de más de cuatro décadas de observar el liderazgo dentro de mi familia, y después de muchos años de desarrollar mi propio potencial, he llegado a esta conclusión: El liderazgo es influencia.

Eso es todo.

Nada más, nada menos.

Mi proverbio favorito sobre el liderazgo es: El que piensa que dirige y no tiene a nadie siguiéndole, sólo está dando un paseo.

James C. George, de la ParTraining Corporation habló de una manera muy efectiva en una reciente entrevista con Executive Communications:

«¿Qué es el liderazgo? Quite, por un momento, los asuntos morales que están detrás de él, y hay solamente una definición: El iderazgo es la capacidad de conseguir seguidores.

«Hitler fue un líder y también lo fue Jim Jones. Jesús de Nazaret, Martin Luther King, Winston Churchill y John F. Kennedy, fueron todos líderes.

Aunque sus sistemas de valores y capacidades directivas fueron muy diferentes, cada uno tuvo seguidores.

«Una vez que usted ha definido al liderazgo como la capacidad de conseguir seguidores, usted vuelve a trabajar desde ese punto de referencia para decidir cómo dirigir».

Allí radica el problema.

La mayoría define el liderazgo como la capacidad de alcanzar una posición, no de obtener seguidores.

Por lo tanto, van detrás de una posición, rango o título, y cuando los adquieren piensan que ya son líderes.

Esta forma de pensar crea dos problemas comunes: Los que poseen el «status» de líder experimentan a menudo la frustración de tener pocos seguidores; y los que carecen de los títulos apropiados pueden no visualizarse como líderes, y por esa razón no desarrollan habilidades de líderes.

El propósito que persigo con mis comentarios, es ayudarle a aceptar el liderazgo conceptualizado como influencia (es decir, la capacidad de obtener seguidores), y luego volver a trabajar desde ese punto para ayudarle a aprender cómo dirigir.

Conclusión Liderazgo y Dirección, aunque van vinculados y en cierta forma son inherentes uno con respecto al otro, no son la misma cosa, ambos términos son distintos, por lo que no necesariamente un dirigente debe ser líder o un líder deba ser un dirigente.

Lo que distingue al Líder son sus seguidores, y por ende se mide su liderazgo por su capacidad de INLFUENCIA en los demás.

Comentarios

  1. Como siempre tus cronicas tan atinadas feliz inicio de año.

    Lupita Chavez

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